Como las arenas del desierto,
el tiempo vuela.
Y con el tiempo llegan aguas nuevas.
Y aunque el agua y la arena dejan huellas,
todo sigue y todo cambia.
En el presente está escrito el pasado
pero del futuro no se ha escrito nada.
Ahora empieza un nuevo camino,
con aguas y arenas.
Escribe tú el futuro con tus propias huellas —
hasta que el tiempo se detenga.